Reseña:

Hoy día, pareciera que no hay sino un modo de pensar las posibilidades de cambio y desarrollo para las instituciones universitarias: acercarse al máximo en las formaciones de los estudiantes a las exigencias de los mercados de trabajo; ajustar los criterios de eficiencia y calidad en términos del modelo en el que el ahorro de recursos y la sujeción de las aspiraciones de los profesores y trabajadores sea el objetivo fundamental; buscar el reconocimiento nacional e internacional para posicionarse como una institución con una administración eficiente, con académicos con muchos grados y reconocimiento a sus productos de docencia e investigación, con instalaciones amplias, bien equipadas, bien comunicadas con el mundo, con proyectos de servicio a la comunidad y equipos deportivos destacados. Este libro quiere someter al debate estas y otras ideas: ¿qué institución queremos?, ¿qué modelo de gestión y organización necesitamos?, ¿a qué necesidades ha de responder la formación de los estudiantes?, ¿cuál ha de ser el papel del profesor?, ¿cuáles son las responsabilidades y cuál es el papel del estudiante?, es decir, promover la reflexión y la discusión sobre qué universidad necesitamos y para qué.