Reseña:

La figura de Eusebio Francisco Kino -Sobre todo a partir de la insuperada biografía de Herbert E. Bolton, Los confines de la cristiandad- suele ser muy alabada. El informe de su rector, Francisco Xavier de Mora SJ, al provincial Juan de Palacios, aparece como una nota discordante en este concierto de alabanzas. Kino, obligado por las circunstancias, ordena pues la aprehensión de los asesinos de Francisco Xavier Saeta SJ protomártir de Sonora. Pero su acción divide a los jesuitas. ¿Quién ha dicho que un misionero es un alguacil? Escribe en tono de reproche Manuel González uno de los más viejos amigos; por otro lado, el visitados, Horacio Pólici -al principio completamente hostil a Kino- se vuelve su mayor defensor. ¿Quién tiene razón? La investigación permanece abierta. En todo caso, la publicación de este inédito pondrá al atento lector en contacto con dos personalidades y métodos misioneros radicalmente diferentes: el de Kino, cercano a la vida y el de Mora, atado a las formas legales.