SIGLO
$ 170 MXN
Autor: HUGO ALFREDO HINOJOSA
Editorial: EDICIONES EL MILAGRO
Tema: TEATRO
Año de Publicación: 2008
Páginas: 180
Formato: 12.50 x 19.50 x 1.2
ISBN: 9789709912258
Reseña:
En este libro el mundo se fragmenta en componentes violentos, ásperos y netamente humanos. Hugo Alfredo Hinojosa concibe el teatro como un foro para explorar las andanzas del espíritu perdido en una persistente tiniebla política y social que deja a sus personajes desamparados y a merced de la naturaleza. Encontramos a un dramaturgo de México que mira hacia ciudades lejanas: va a las afueras para recobrar lo de adentro. Como en Desiertos (2007), las piezas de este volumen son difíciles, fragmentadas, hechas de sangre y sudor. En las admirables obras de este dramaturgo el mundo reclama las almas de las figuras que caminan por los desiertos buscando agua y perdón de un Dios frío; las voces de los peregrinos simplemente caen en la arena, en las piedras, en océanos vacíos sin respuesta. Se ve aquí el influjo de Kolt?s y Muller -dos figuras que escribían más allá de su tiempo y en contra de su tiempo-, y también, quizás, del ámbito experimental literario de Thomas Bernhard, Julio Cortázar y Roberto Bolaño. Este Siglo de siglos se ve fracturado contra un panorama lento y vacío como el de una película de Terrence Malick. Las Iluminaciones de Hinojosa son audaces, feroces pero curiosamente tiernas. La frialdad en sus ambientes teatrales convive con acciones y emociones de gran ternura, piedad y compasión. El autor quiere que su público se adentre en las almas de sus personajes, que no se aleje de ellos como nos alejamos a diario en nuestras calles y ciudades unos de los otros: la compasión total de un mundo perdido. Es decir, Hinojosa tiene la virtud de ser optimista dentro de su teatro pesimista. Es el optimismo de la creatividad: la necesidad de soñar, de poner en el espacio teatral figuras que tal vez nos repelan con su brutalidad o su ignorancia; se ve aquí la fiebre del sueño mismo que no deja olvidar el terror, la ansiedad y la posibilidad de la inocencia en el mundo. La crueldad del teatro de Hinojosa tiene también algo de la alucinación de Sarah Kane. El ser que triunfa a pesar de ser violado y maltratado muestra sus cicatrices en el teatro lúcido de este joven autor. Su lenguaje corre atropellado de palabras cotidianas y elevadas que caen como gotas de agua contra el piso del teatro una tras otra en una tormenta de contradicciones. Un oasis encuentra una flor; una navaja encuentra una diversión; un suicidio encuentra una iluminación; un destello de luz martirizante encuentra un televisor que come a sus televidentes con sus rayos pasivos y violentos, y encuentra a un chiquillo que sólo quiere jugar con las ruinas de su tierra que ha sido bombardeada por la corrupción siglo tras siglo después de la conquista.-Caridad Svich