Reseña:

Descubrí a Moebius a principios de la década de los setenta. Sus pájaros, sus horizontes y sus laberintos enriquecieron mi imaginación y me permitieron tener una visión más clara y profunda de mí mismo. A través de los años, por medio de mis libros, he intentado llamar la atención del lector e interesarlo en la magia de lo cotidiano. En cierta forma, mi trabajo refleja lo que me enseñaron los grandes que abren la puerta de lo imaginario. Entre ellos, Moebius ocupa un lugar muy privilegiado. Por todos estos motivos, siento una gran alegría al mirar estas hermosas ilustraciones de El Alquimista. Siento que compartimos el placer de ahondar en el fondo del Alma del Mundo. Algunos hombres creen que los sueños pueden transformar el mundo, para ellos, los caminos de la magia y de la realidad no dejan de cruzarse. -Paulo Coelho Primero me entregaron el manuscrito. Lo hojeé, lancé la red a las imágenes, conservando unas y rechazando otras. La pesca fue buena. Las líneas y los colores bulleron sobre el papel, impacientes por insertarse en la trama viva de la historia. En fin, hice mi papel, logré mi pesca, libré mis pequeñas batallas... Asimismo, encontré a Paulo, el dulce pastor de las palabras. Ahora que todo terminó, deseo al fin volver a leer el libro. -Moebius