Reseña:

"La vida se puso cuesta arriba", debe leerse antes que nada como una confesión generacional o como un gran disco de auto-ficción que probablemente nos ilustrará mejor que cualquier otra cosa un sentir contemporáneo ajenos a los medios y el stablishment. La auto-ficción, o el ejercicio de ficcionar la propia vida, encuentra acá su más valiente experimento, con ventanas de pensamientos que se abren y cierran igual que en un sueño, flashbacks, voces interiores, microcuentos, haikus, twitters jamás publicados, poesía y anti-poesía.