Reseña:

Hace medio siglo, en 1967, se promulgaron dos leyes que modificaron de forma radical las relaciones políticas y sociales en la sociedad rural chilena: la ley de sindicación campesina y la ley de reforma agraria. Los cambios originados con estas leyes facilitaron la eclosión de un ciclo de agitación social sin precedentes en el agro, que sólo se verá interrumpido por el violento golpe militar en septiembre de 1973. En este libro se estudian las principales manifestaciones de dicha conflictividad social vividas durante aquellos años en el campo. Para ello se toma como ejemplo la provincia de Cautín, donde tuvo lugar no sólo una movilización campesina similar a la que se dio en otras partes del país, sino también una oleada de conflictos protagonizados por comunidades mapuches como no había sucedido desde los años de la ocupación militar de La Araucanía. A través de documentación archivística y periodística se analizan las distintas expresiones de conflicto que se vivieron en Cautín entre 1967 y 1973: desde las tradicionales expresiones de rebeldía campesina heredadas de la época colonial, como el cuatrerismo, hasta las modernas formas de movilización colectiva vinculadas al movimiento obrero, como el sindicalismo campesino y las huelgas agrarias, pasando por acciones de protestas que, aun teniendo un carácter tradicional, como las tomas de fundos, sirvieron como vía de reivindicación tanto de derechos ancestrales (la restitución de tierras usurpadas a las comunidades mapuches) como de los nuevos derechos laborales adquiridos (por parte de campesinos criollos). Con ello se podrá observar la diversidad, complejidad y heterogeneidad de los conflictos sociales vividos en el campo chileno y sus protagonistas.