Reseña:

Este volumen organiza los poemas que se encuentran en los libros publicados de Gabriela Mistral de un modo distinto a como se ha hecho hasta ahora. Es decir, no sigo el orden cronológico de sus libros publicados. Intento adentrarme en los poemas; en su modo de escribir el conocimiento al que accede; en el orden que le da a las obsesiones que la inquietan. Esta actitud ayuda a leer y a recorrer la materialidad poética intangible y a palpar la obscuridad luminosa de la cual sólo se desprende cuando escribe. Esto, por otra parte, obedece a una mirada personal que se afinca en el «buen abuso» del «quinto sentido», a veces nombrado como «intuición o gracia»[_]. Digo entonces que es posible que los poemarios de Gabriela Mistral puedan llevar por ejemplo títulos tales como Canciones de cuna, Rondas, Oficios, Locas mujeres, Luto, Religiosas, Materias, Guerra, Naturaleza, América, etc_, encabezados todos concretos y asentados en el alma de la tierra o en la tierra del alma, tal como ella percibió y vivió la vida. Así los expongo en este tomo que presento. Mistral es una poeta que nunca deja de escribir; es una especie de comentarista tanto de lo real como de lo espiritual, del detalle íntimo y personal, como de lo público y colectivo. En efecto, la poeta siempre se detiene sobre un asunto determinado, un pensamiento, una observación concreta. Es a partir de esa raíz profunda y penetrante, que en ocasiones masca lo místico [...]. De la tierra al cielo. De la materia a lo sublime. Así, la suya es una poesía profundamente comprometida con el ser humano, sus búsquedas, sus quehaceres, sus fracasos y sus deseos; los de este mundo y los del otro. -Verónica Zondek