Reseña:

Un cruento proceso se produce a lo largo y ancho de nuestro país: corporaciones globales y empresas nacionales, en estrecha alianza con los gobiernos federal y locales, pugnan por apropiarse de las poblaciones campesinas e indígenas, despojándolas de sus bienes naturales y comunitarios para hacer negocios que les dejen grandes ganancias. Este proceso enfrenta la tenaz resistencia de pueblos, organizaciones sociales ciudadanas y rurales -indígenas o campesinas-, comunidades pesqueras_ que se oponen a las formas agresivas de crecimiento urbano, el despojo de agua y bosques, al extractivismo minero, a desarrollos turísticos, plantaciones forestales y megaproyectos que destruyen el medio ambiente. Así como estos negocios amenazan los modos de vida comunitarios, las luchas y acciones contestatarias de las poblaciones que se oponen a los proyectos de destrucción y despojo también defienden y apuntalan las posibilidades de existencia para las comunidades de cuya supervivencia depende el futuro del México rural. En los capítulos de este libro se muestra una múltiple y compleja disputa entre una modalidad de desarrollo que responde a los intereses y proyectos del grupo económico-político en el poder con la imposición de una territorialidad extractiva y depredadora que sólo sirve para la acumulación del capital, y la defensa de los modos de vida campesina e indígena construidos con base en fuertes vínculos socioambientales, culturales, históricos y comunitarios en sus territorios.