Reseña:

En este libro se ofrecen los análisis que un grupo de una treintena de profesores, de varios países, realizan de los diversos aspectos de la segunda guerra mundial y desde una óptica multidisciplinaria, esperando que constituya una contribución importante al debate sobre el presente y el futuro de la humanidad. La segunda guerra mundial fue una tragedia sin precedentes en la historia de la humanidad. El número de muertos se cifra en muchas decenas de millones, sin que hasta ahora se haya podido determinar el número exacto, pues muchos simplemente se desvanecieron por el impacto de las armas modernas y los cuerpos de otros quedaron fundidos en masas informes haciendo imposible su identificación o incluso su individualización. La catástrofe fue de tal magnitud que la contabilización exacta del número de muertos es una cuestión secundaria, pues la acumulación del sufrimiento tiene límites y los seres humanos acaban desarrollando una resistencia al dolor. Muchas ciudades fueron reducidas a cenizas o pulverizadas y sus centros, cargados de historia, de una historia que compartían todos los pueblos del mundo, desaparecieron, o en el mejor de los casos fueron substituidos después, por copias que no pueden hacer olvidar la carga emocional de los originales. Igual destino corrieron las vías de comunicación, la infraestructura industrial, sanitaria y educativa. Al final de cuentas todos los países, vencedores y vencidos, perdieron. Quizás lo más terrible de esa guerra, fue haber testimoniado cómo los seres humanos fueron incapaces de controlar a los monstruos que llevamos dentro, participando prácticamente todos, en mayor o en menor medida, en la orgía de sangre y sufrimiento que se provocó. La guerra fue el final de una época y el inicio de otra y todavía hoy, muchos de los fenómenos sociales actuales no pueden ser entendidos sin recordar lo que pasó hace setenta años; por ello al cumplirse siete décadas de la terminación de las actividades bélicas, es importante proceder a una reflexión sobre el significado de ese conflicto que cambió al mundo; para llevar a todos los pueblos el mensaje indiscutible de que, con el exponencial incremento en la eficacia destructiva de las armas modernas, un nuevo conflicto bélico global, llevaría inevitablemente al suicidio colectivo.