Reseña:

El gobierno de la Ciudad de México ha sido pionero en avanzar hacia la institucionalización de la participación ciudadana a legislar sobre materia e impulsar la colaboración con la ciudadanía, bajo mecanismos de gobernanza que deriven en nuevas estrategias para gobernar. En este tenor, en 2010 se incorporó a la Ley de Participación Ciudadana la implementación del presupuesto participativo en las dieciséis delegaciones políticas, el cual establece las prioridades y objetivos sobre el 3% del presupuesto delegacional, en función de las decisiones ciudadanas, expresadas mediante consulta pública, a través de la realización de proyectos específicos para el mejoramiento de los entornos habitacionales de los pueblos originarios, unidades habitacionales, colonias y barrios de la ciudad. Pero ¿por qué y qué tipo de tensiones surgen en el proceso de implementación del presupuesto participativo a pesar de que se cuenta con un maraco jurídico robusto, y lo que se busca es una mayor colaboración entre la ciudadanía y el gobierno, bajo un esquema de gobernanza que contribuya a la calidad de la democracia en la ciudad, fomentando la participación ciudadana? Este libro busca dar respuesta a esta interrogante conociendo el proceso político mediante el cual se llegó a la institucionalización del presupuesto participativo como instrumento de democracia directa y sus características tanto jurídicas como financieras; así como identificar los factores que afectaron su desempeño al momento de su implementación en las dos localidades seleccionadas para este estudio: el pueblo originario de San Antonio Tecómitl, en la delegación Milpa Alta, y la unidad habitacional Ce Cualli Ohtli, en la delegación Iztapalapa.