Reseña:

El presente texto es una obra etnológica que muestra la dimensión creativa del silencio en una etnografía retrospectiva. El silencio, los gestos, el papel que juegan los muertos en la vida de los manuches, gitanos del macizo central de Francia, son esenciales para comprender cómo los vivos y muertos conforman esta comunidad. A través de acciones cotidianas que se presentan como homenajes a los muertos, el silencio se instaura frente a la sociedad no-gitana. Estos gestos solamente pueden ser comprendidos por los manuches, evidenciando la existencia de un adentro (manuche) y un afuera (no-gitano). El silencio no molesta... "es así que se afirma la identidad manuche, instaurando el vacío, lo discontinuo, lo discreto, lo incierto, lo silencioso", nos indica el autor de esta obra excepcional. Mediante una fina, detallada y emotiva escritura, Patrick Williams ofrece un análisis de cuestiones vigentes en la antropología contemporánea. Nos habla del individuo que desaparece cuando muere, pero que sólo con su muerte puede ser manuche, formando parte de la colectividad inmutable. Su definición del ritual, la de los gestos u homenajes que se dedican a los muertos y que se pueden efectuar en cualquier momento, refieren a una práctica cotidiana del ritual que cuestiona los grandes rituales y su eficacia simbólica, expresada exclusivamente en éstos.