Reseña:

Esta obra se distribuye en cinco capítulos. En el primero se abordan los procesos productivos vinculados al uso del agua, así como se hace referencia a la diversidad de cultivos, mencionando a los principales del Estado. Aquí se resaltan algunos elementos que nos hacen pensar en el campesino como una forma de vida, la cual nunca deja de transformarse, adaptándose a los cambios ambientales y socioeconómicos, logrando sobrevivir en el entorno periurbano y rural de la entidad. El segundo se refiere a la apropiación de los recursos, la cual se da de acuerdo a contextos sociohistóricos y culturales específicos. Aquí se aborda el acceso al agua, las formas de distribuirla y disponer de ella, siendo éste un recurso que ha configurado de manera profunda el paisaje cultural; se revisan además los procesos de apropiación de tecnología agrícola como formas propias de control de los recursos productivos. En el tercer capítulo se analizan los contrastes entre lo urbano y lo rural, a partir del seguimiento del crecimiento urbano y la coexistencia con zonas de cultivo. En el cuarto capítulo se hace referencia a los procesos de contaminación resultado de los desechos urbanos y de la producción agrícola. Por último en el quinto capítulo Sujetos transformadores se hace una reflexión en torno a los actores que han hecho posibles los procesos descritos en los anteriores capítulos, analizando las diferencias que existen entre estos y definen las relaciones socioeconómicas y políticas en las cuales se articulan. Dicen los autores: "El conjunto de fotografías que presentamos en este libro nos remite al registro de los resultados de la acción del hombre sobre el espacio geográfico más que a la acción misma, motivo por el cual las fotografías de personas sólo están presentes en las conclusiones como los actores transformadores".