Reseña:

El libro revisa temas centrales para el análisis de la protesta social y de los movimientos sociales desde una perspectiva antropológica. Explora el papel de la sociedad civil, las emociones, el género, la cultura y la agencia como dimensiones ineludibles de dichos movimientos. Este trabajo pretende contribuir a la construcción de una agenda de investigación de nuevos enfoques para el estudio de los distintos fenómenos de movilización colectiva que han caracterizado el fin del pasado siglo y la docena de años transcurridos del nuevo milenio. El enojo puede ser mencionado como una de las emociones movilizadoras en diversas manifestaciones de protesta que se han suscitado a nivel global: el enojo ante la insensibilidad de los que detentan el poder financiero (los indignados, el Occupy London), el producido por la frustración en la revuelta francesa de los suburbios en 2005, el de los activistas de Act Up a finales de los años noventa en Estados Unidos, el de los jóvenes en Inglaterra relacionado con el desempleo, el de los jóvenes chilenos por los altos costos de la educación, el enojo ante la violencia y aquel que suscita la demanda de paz y justicia en México, encarnado en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD). En cada una de estas expresiones el propósito era crear un problema, señalar que eran un asunto que no podía ser ignorado por más tiempo. La relevancia de estas manifestaciones de protesta, en síntesis, radica centralmente en las preguntas y problemas que plantean, ausentes en las formulaciones de los políticos especializados.