Reseña:

Las primeras causas de muerte indicadas en los archivos parroquiales corresponden sobre todo a epidemias, no se consignan las demás antes de la segunda mitad del siglo XVIII. Las fechas en la que comienzan a asentarse de manera sistemática las causas de muerte difieren mucho entre obispados, e incluso entre curatos dentro de un mismo obispado. Con esa anotación, la Iglesia conjuntó sus esfuerzos con los del gobierno civil para conocer los males que aquejaban a la población, para fomentar el aumento demográfico, y con ello la riqueza del imperio español. Pero no todos los párrocos ni todos los prelados estaban dispuestos a especificar el origen de la "muerte natural" a que están condenados todos los hombres por voluntad divina. En cuento a los registros hospitalarios, son todavía menos precisos. En el periodo independiente, a pesar de la multiplicación de las estadísticas, las causas de muerte no se indican siempre en todo México, antes de la instauración del Registro Civil en los años sesenta del siglo XIX. Si bien las menciones acerca de las epidemias son de gran utilidad para los estudios demográficos, las alusiones a las causas cotidianas de muerte poco aportan, porque se refieren generalmente a dolencias que en la época actual son simples síntomas, pero que hace poco más de un siglo eran consideradas como verdaderas enfermedades, como la fiebre o el dolor. Habrá que esperar al porfiriato para encontrar causas de muerte más acordes a los conocimientos actuales. Fue entonces también que se difundieron nuevas enfermedades como la coqueluche, la tuberculosis y la enteritis, que hicieron estragos entre los mexicanos, mientras que las viejas epidemias de viruela, sarampión y tifo no provocaban la muerte de tantas personas, como en la época colonial. Los 16 capítulos de este libro, basados en cientos de miles de registros, abarcan periodos y zonas geográficas distintas, que dejan entrever grandes diferencias regionales, tanto en la evolución de causas de muerte apuntadas como en el sistema de clasificación de las enfermedades, en el que se entrecruzan los saberes populares con los de la medicina del pasado.