Reseña:

Poetas y filósofos como Rilke, Valéry y Arendt se han detenido ante una paradójica propiedad del lenguaje: las palabras que utilizamos para la comunicación irrelevante y fugaz, materia para el olvido, pueden transfigurarse y adquirir una jerarquía del todo diferente cuando forman parte de un poema. Y perdurar. Los poetas han empleado en su obra, quizá inquietos ante el extremo ocupado por el habla común, un léxico codificado muy distante del cotidiano y con formas elaboradas hasta el límite de lo inteligible. No es siempre el caso y hay quienes llegan a la poesía desde "la común palabra", como la llamaba Rilke, sin por ello renunciar a una herencia literaria largamente cultivada. Esto ocurre con Wislawa Szymborska, cuya sensibilidad parece anticipar un registro como el de Julio Moguel. No extrañará a nadie que una parte de los poemas aquí reunidos tengan a Szymborska como interlocutora distante, reconocida por Moguel como compañera de palabra -y mirada- en algún tramo de su trayecto por el mundo de la reflexión poética (2012, nota para la primera edición). Quizá el poema de Moguel que mejor representa [su] cercanía [con Szymborska] sea "Patria", donde la mención de Varsovia y Cracovia podría no ser casual. Recomiendo mucho su lectura por el tono irónico y desafiante que cubre todo el breve espacio de esta actualización de la Suave Patria Creo que acierta al arrojarnos el contraste entre la década de 1920 y nuestros tristes años. Hace política, pero finge otra cosa al entrar en ella de la mano del mayor poeta mexicano del siglo pasado. Y nos produce el dolor que no tenemos o, con más exactitud, que no querríamos tener. Estos versos políticos de Moguel nos mueven, nos revuelven, porque se ubican en el terreno de la poesía.