Reseña:

Este no es un libro de poemas sueltos; es una crónica poética del XX, especialmente cruento, perverso, terrible; siglo de grandes utopías y de dolorosos desencantos; siglo de matanzas, persecuciones, escarnio, humillaciones, y a la vez, de proyectos, revoluciones, deseos. Eduardo Mosches incorpora en los versos a los muertos europeos y latinoamericanos, a los torturados, a los desaparecidos: cada poema nos remite a un episodio histórico reflejado en la voz de los testigos. La palabra no resucitará a los muertos, pero hay un ojo que observa, que no olvida. Porque el dolor engendra memoria.