Reseña:

La tarde del 18 de abril de 1995, en una de las sesiones del Coloquio Internacional "Sor Juana Inés de la Cruz y el Pensamiento Novohispano", celebrado en Toluca con motivo de los trescientos años de la muerte de la monja, Elías Trabulse, durante su intervención, menciona por primera vez el nombre de una religiosa del siglo XVII hasta entonces desconocida: Serafina de Cristo. En esa misma fecha, ante el general asombro, el autor de El círculo roto daba fe del hallazgo de una carta escrita a principios de 1691 por esta brillante monja del convento de San Jerónimo y quien, presumiblemente, no era otra que la propia Sor Juana Inés, embozada tras un discreto velo. A finales de 1995, el IMC publicó del mismo autor una suerte de estudio preliminar (El enigma de Serafina de Cristo), donde el propio Elías Trabulse da cuenta de los avatares del documento y anuncia con ello su próxima publicación. A un año de distancia de la primera revelación (en su más amplio sentido religioso y profano), esta que el lector tiene en sus manos es, finalmente, la carta facsimilar que nos acerca a una Sor Juana hasta ahora inpedita: desafiante, mordaz, irónica, poeta siempre, medida y azuzada por los rigores de la inteligencia. Flor de escándolo como fue, Sor Juana será, sin duda, también aquí, motivo de polémica y asombro ara sus lectores, pero, de igual modo, como afirma el autor del prólogo, obligará a replantear y a mirar con nuevos ojos la historia oficial sobre los últimos años de su vida.