Reseña:

El presente volumen es una trilogía dramática donde se juega a ser aunque no se sea. No hay límites. Ni siquiera la imaginación podría establecerlos. Porque está poblada de personajes que no tienen empacho en confesar su estado de vida o muerte. Igual son el recuerdo de su sombra dorada, sus sueños, sus pesadillas, su notoriedad o su desaparición. Alberto Solián juega en todas las bandas y lo hace con solvencia. Es un autor sin temores, divertido y sin dependencias. Sus personajes dicen, describen, sueñan, cantan, tocan, manejan el timing y escapan a cualquier clasificación tradicional. Hablo de la tradición de ayer, la que no previeron sus maestros ni sus amigos. Escribe con desfachatez, hace que sus personajes se confronten constantemente. Alberto es un extraño dramaturgo que no complace a nadie, y menos a sí mismo. Es un creador que ama el teatro, sobre todo porque contiene un gran misterio que lo hace evolucionar y que él disfruta en serio. Cada obra que aparece en este libro es un paso a ninguna parte; un lugar al que es imposible llegar, al menos que usted, lector, viaje a la velocidad de la oscuridad. Élmer Mendoza